Fadalack, parte de una idea tan descabellada como la de transcribir literalmente las obras sinfónicas de esa primera época del compositor británico Mike Oldfield, sumado a la no menos descabellada proposición de encontrar un grupo de 20 músicos profesionales dispuestos a llevarlo al escenario, con todo el despliegue instrumental que eso supone, y capacitados para tocar varios instrumentos si es necesario. Claro está, que ese primer Oldfield no escatimaba en recursos instrumentales para crear sus composiciones, utilizando hasta 30 instrumentos distintos para esas obras de su primera década de producción.
Fadalack ofrece obras que ni siquiera el propio autor ha llevado al directo jamás, y que sus fans habían descartado por completo la posibilidad de poder escuchar en directo con su instrumentación original. Fadalack ha presenciado lágrimas en el público, y una emoción en los aplausos que ninguno de nosotros habíamos vivido en toda nuestra vida profesional.